EL ENCUENTRO
He sido arrojado desde un vehículo en marcha al borde del campo de maiz. Mi cabeza ha golpeado la tierra uñosa y se ha rasgado la piel del pómulo, brotando una linea de sangre y atravesando esta mi cara.
Levanto la cabeza y sólo veo el terreno oscuro e immenso que me rodea... un terrible silencio que me atrapa. En el callado estado de la tierra me hallo como espectante y divertido...en la noche convivo con la más absoluta paz. En unos eternos segundos el mundo se ha detenido a mirarse a sí mismo...
Siento vibrar la tierra y a lo lejos vislumbro una sombra que se acerca atravesando la tierra muerta. He perdido la orientación, pero, sé que estoy en casa. No sé hacia donde correr y ni si quiera lo intento. Las raices del maiz han atrapado mis piernas y sólo espero lo peor. Me lo advirtió Malakai, - No andes nunca solo por el campo de noche...-. La sombra está tan cerca que siento su corazón latiendo tranquilo en su pequeño pecho... me mira y se agacha, señala mis piernas ahora libres de las raices, y casi sonríe. Indica hacia un punto campo a través el cual he de seguir si llegar a casa quiero. Me apresuro sin despedirme, rápido, antes de que amanezca.
Malakai me dijo que tuviera cuidado con él, pero se ha portado bien conmigo... Isaac es un tío guay...
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