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Acerca de mí

 

Acerca de mí

Infancia

Mi nombre es Eduardo Lekuona. Nací en Donostia – San Sebastián un caluroso 10 de julio de 1969.

Digamos que en aquellos días algunas madres acudían a la capital a dar a luz, como fue el caso de la mía, y fue desde Irun, la ciudad en la que viví mis primeros treinta años y a la cual pertenezco de corazón.

Mi familia era de clase obrera y la constituíamos; Mi abuelo, mis padres, una hermana y yo.

Tube una infancia inconscientemente feliz, como supongo, la mayoría de los niños de la época.

Comencé mi andadura social en el parvulario en frente de casa, y aquí fue la primera vez que llegué tarde a alguna parte. La cosa era que “La Pantera Rosa” acababa a las tres en punto de la tarde y no me gustaba perderme el final, que coincidía con el comienzo de las clases vespertinas. Otras veces fue culpa de “Pipi Calzas largas”. Después llegue tarde a los sitios y citas muchas veces a lo largo de los años de mi vida.

Más tarde la E.G.B. Fue bien al principio, unos años, después empecé a aburrirme y me convertí en lo que se dice; un mal estudiante. “No hace nada y perturba a los demás” me pusieron en una ocasión en el boletín de notas (que aun conservo). Por ese camino seguí hasta el final de la enseñanza general básica.

He de reconocer que por primera vez me interesé por la lectura y posibilidad de escribir en esa temprana edad, pero no por los bodrios que nos obligaban a leer en clase de lengua, aunque alguno como Miguel Delibes sí me gustaba, si no por otros libros que leía por mi cuenta, sobre todo en verano, sin presiones ni imposiciones, cosas como libros de aventuras de chavales tipo “Los cinco” y novelas parecidas.

Adolescencia

Después, desorientado y a la deriva, fui de cabeza a la formación profesional: Rama: Madera. Carpintero – ebanista quería creer ser, pero por la época ya sólo me gustaba, como sigue siendo hasta fecha de hoy, el Heavy Metal y vivir mi vida como yo quisiera… Aguanté dos cursos y medio y lo dejé con dieciséis años, a pesar del disgusto de mi madre.

En esa época me ardía una idea en la cabeza: Quería ser actor y vivir en Los Ángeles, California.

Más tarde tras abandonar la F.P. intenté ingresar en la escuela oficial de idiomas, pero el desconocimiento y la superpoblación me lo impidieron. Así pues pasé los siguientes dos años aprendiendo inglés en diferentes academias y poco más. Hasta que llegó el momento de ir al servicio militar obligatorio con dieciocho años. Allí escribí, sin saberlo, parte de mi libro “POEMAS DE JUVENTUD“. Y allí descubrí también, lo solos que estamos todos en este mundo.

Vida laboral

Al volver comenzó mi vida laboral y la agonía existencial:

Primero fue una fabrica de pan, (biscotes más concretamente), pasé a limpiar en la rotativa de un periódico, un campo de tiro al plato, jardinero, camarero y no sé qué cosas más… esto intercalado con distintos intentos de escapar de todo viajando a Inglaterra (Derby, Londres), después Madrid, EEUU, pero sin demasiado éxito.

Yo ya plasmaba en papel alguna de estas agonías en forma de poemas y así me tranquilizaba un rato, pero vivía sumido en la niebla y la confusión, hasta que un buen día hacia los veintinueve años decidí que era el momento de darme una oportunidad a mí mismo e intentar hacer las cosas bien por una vez en la vida…

Años de escuela

Al fin di el paso de matricularme en una escuela de interpretación e irme a Madrid a estudiar y así calmar las voces que me perseguían desde los dieciséis años. Un día partí desde Irun con la maleta llena de sueños e ilusiones y me dirigí solico a luchar contra el mundo y vivir mil aventuras…

Los años de escuela fueron los mejores de mi vida; estaba en mi ambiente, conocí gente y hacía lo que me gustaba. Tres años en una escuela y después uno más en otra completaron mi formación teatral y cinematográfica.

Fue por esta época que un día leyendo a Charles Bukowski, sus poemas, me di cuenta, salvando las diferencias, que nuestra forma de escribir coincidía mucho. Así es como nació “GUERRA DENTRO DE MI CABEZA“. Leer los poemas de Bukowski me dio la patada definitiva para decidir publicar los míos.

Profesión

Los siguientes diez años los pasé, junto a mi mujer, tratando de abrirme camino en el difícil mundo de la interpretación; castings, pruebas, curriculums, videobooks… con éxito relativo.

Trabajaba como figurante en series y películas para poder sobrevivir y de vez en cuando conseguía alguna frase en un serial o participar en un comercial para la TV.

Mi mujer regentaba un hostal y lo llevábamos juntos. En estos años saqué “ECOS DE UNA MENTE ENFERMA“, y algo después rescaté del fondo del cajón “POEMAS DE JUVENTUD” y le di vida.

Emigrantes

Más tarde llegó una de esas cíclicas crisis económicas que siempre es la misma y nunca se acabará, y nos vimos obligados a cerrar el hostal. Nos mudamos a un pueblo de Madrid y tras un par de años emigramos a Inglaterra, a Londres concretamente, donde pasamos cinco años haciendo un poco de todo para salir adelante.

Tube la oportunidad de trabajar como figurante en alguna que otra producción de Hollywood, aunque me dediqué más a repartir periódicos y tarjetas por toda la ciudad.

Aquí pude dar forma y terminar mi último poemario hasta la fecha, “EL TIEMPO QUE PIERDO MEDITANDO“, el cual edité durante unos meses que pasé en Irun a la vuelta de Londres.

Época actual

Y todo esto nos lleva a la fecha actual donde nos encontramos, a la espera de nuevas aventuras, deseosos y esperanzados de volar a la tierra prometida…

PD: Por cierto, estuve en California, Los Ángeles, en una ocasión. El destino no me permitió quedarme, pero pienso volver…


 



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